Contador de Visitas

jueves, 17 de octubre de 2013

La Ventana de Ana




Fiel compañero de cada mañana,
te desplazas en mi lecho sin dejar indicio,
anuncias tu presencia con voz susurrante,
entibias mi figura sobre lienzo de seda.

Tu equipaje, tu nobleza,
tu estampa, la luz que me da vida.
Hálito de esperanza en cada día.

Horizonte en arco iris, caudal de ventura,
destierro infinito de mis cuitas e infortunio,
Culminación de mis anhelos y designios.

Crepúsculo afectuoso de mágicos pigmentos,
candiles tiernos, fosforescencia inmemorial.

Encuentro con la dama bella, plácida y generosa.
Renovación incesante hacia el ser inmortal.

 Esta composición ha sido motivada gracias al espíritu inspirador de una gran amiga. Su nombre es Ana. Hace algún tiempo atrás, me pidió que escribiera sobre su ventana. La que no es una ventana cualquiera, a través de ella, Ana se siente conectada con la magnificencia de todo lo creado y agradecida por el regalo de la vida. Evoca la época en que se encontró consigo misma y decidió ofrecer el resto de sus días a la sanación de sus hermanos en desgracia.
Ana es un ser excepcional, uno entre miles, su vida está dedicada al socorro, a la ayuda, al servicio de sus semejantes. A ser el sostén de las almas sin norte y sin esperanza. Ella hace posible que renazca una nueva visión de la vida con optimismo.
Gracias Ana por la transformación que has llevado a innumerables vidas. Gracias Ana por haberme ayudado a mí también, cuando más lo necesitaba.