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domingo, 12 de mayo de 2013

Retrato de una madre

El primer poema que escuché fue de labios de mi madre, tenía un pequeño cuadro con letras minúsculas que pendía de una de las paredes de su dormitorio. Tremenda fue mi alegría el día que pude leer aquellas líneas por mí misma.
Hoy transcribo una de las obras literarias de mayor significado en mi vida.

¡Feliz Día a todas las Madres!




Hay una mujer que tiene algo de Dios 
por la inmensidad de su amor,
y mucho de ángel por 
la incansable solicitud de sus cuidados;
una mujer que, siendo joven
tiene la reflexión de una anciana,
y en la vejez, 
trabaja con el vigor de la juventud;
la mujer que si es ignorante 
descubre los secretos de la vida
con más acierto que un sabio,
y si es instruida se acomoda
a la simplicidad de los niños;
una mujer que siendo rica,
daría con gusto su tesoro
para no sufrir en su corazón
la herida de la ingratitud;
una mujer que siendo débil 
se reviste a veces 
con la bravura del león;
una mujer que mientras vive
no la sabemos estimar 
porque a su lado 
todos los dolores se olvidan,
pero que después de muerta,
daríamos todo lo que somos
y todo lo que tenemos
por mirarla de nuevo un instante,
por recibir de ella un solo abrazo,
por escuchar un solo acento 
de sus latidos.
De esa mujer no me exija el nombre
si no quiere que empape de lágrimas
vuestro álbum,
porque yo la vi pasar en mi camino.
Cuando crezcan vuestros hijos,
léanles esta página, y ellos,
cubriendo de beses vuestra frente,
os dirán que un humilde viajero,
en pago del suntuoso hospedaje recibido,
ha dejado aquí para vosotros y para ellos,
un boceto del Retrato de su Madre.

"Retrato de una Madre" - Monseñor Ramón Ángel Jara